
En este artículo te explicamos qué son los disruptores endocrinos, dónde se encuentran y por qué deberías empezar a reducir tu exposición a ellos cuanto antes.
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de interferir con el sistema endocrino, afectando a cualquier función regulada por las hormonas. Estas alteraciones pueden manifestarse de diferentes formas:
Imitación hormonal: imitan a una hormona natural, provocando respuestas inapropiadas o exageradas.
Bloqueo hormonal: impiden que una hormona actúe correctamente.
Alteración del ciclo hormonal: modifican la producción, liberación o eliminación de las hormonas, generando disfunciones en el organismo.
Cuando este sistema se ve alterado, pueden verse comprometidas funciones vitales como el sueño, el crecimiento, el metabolismo y especialmente la salud reproductiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado ya alrededor de mil sustancias con efectos disruptores endocrinos, y esta lista crece con cada nueva investigación.
A pesar de que la Unión Europea ha empezado a regular el uso de algunas de estas sustancias, lo cierto es que han estado presentes durante décadas en nuestro entorno. Como consecuencia, sus residuos están en la tierra, el agua y los alimentos, formando parte del ciclo vital de animales y plantas.
¿Dónde se encuentran los principales disruptores endocrinos?
A continuación, te mostramos los principales compuestos identificados como disruptores endocrinos y los productos donde suelen encontrarse:
Bisfenol A (BPA)
Botellas de agua de plástico
Contenedores de alimentos y latas con recubrimiento
Papel térmico (tickets de compra)
Cascos, gafas de motos y bicis
Ftalatos
Alimentos envasados en plásticos
Juguetes
Material médico
Cortinas de ducha
Productos de cuidado personal (cremas, perfumes)
PBDE (Retardantes de llama)
Muebles tapizados, alfombras, cortinas
Espumas de asientos en coches
Equipos electrónicos: televisores, ordenadores
Alimentos grasos: pescados, lácteos enteros, carnes
PFAS (Sustancias químicas para repeler el agua y la grasa)
Sartenes antiadherentes y utensilios de cocina
Ropa impermeable o antimanchas
Envases de comida rápida, bolsas de palomitas
Triclosán (agente antimicrobiano)
Jabones antibacterianos
Pastas de dientes y desodorantes
Productos de limpieza y desinfección
¿Qué efectos tienen los disruptores endocrinos en la salud?
La exposición prolongada a estas sustancias puede generar efectos significativos sobre la salud, especialmente en etapas sensibles como el embarazo y la infancia. Los efectos más documentados incluyen:
Alteraciones del desarrollo reproductivo: infertilidad, pubertad precoz, endometriosis
Trastornos neurológicos y del sistema inmunológico
Problemas metabólicos: obesidad, diabetes tipo 2
Mayor riesgo de cáncer hormonodependiente: mama, próstata
Además, se ha observado que algunos disruptores endocrinos pueden atravesar la barrera placentaria, afectando al feto. Existen estudios que vinculan la exposición prenatal a sustancias como ftalatos y BPA con un menor coeficiente intelectual y alteraciones en el desarrollo neurológico infantil.
Por qué es importante conocer los disruptores endocrinos
La exposición a disruptores endocrinos es un problema silencioso pero cada vez más relevante para la salud pública. Estos compuestos están presentes en productos que usamos a diario, y sus efectos pueden ser acumulativos, afectando tanto a nuestra salud como a la de futuras generaciones.
Tomar conciencia de dónde se encuentran es el primer paso para minimizar la exposición y proteger nuestro sistema hormonal. En la parte II de esta serie te explicaremos cómo reducir tu contacto con estas sustancias y qué alternativas más seguras existen para el día a día.
Si tienes dudas sobre cómo los disruptores endocrinos pueden estar afectando a tu salud y a la de tu bebé, o quieres asesoramiento experto personalizado para reducir tu exposición, puedes ponerte en contacto con nosotros en Clínica Sanalia:
¡Te esperamos! 🩷