Cuando el dolor interfiere en el placer: hablemos de dispaurenia y vaginismo

Qué son la dispaurenia y el vaginismo, por qué ocurren y cómo tratarlos con un enfoque integral y respetuoso en fisioterapia. ▶️
Relación entre ATM y suelo pélvico

Hablar de dolor durante las relaciones sexuales sigue siendo un tema tabú para muchas mujeres, que hace que lo padezcan en silencio sin comunicarlo a su círculo más cercano ni buscar ayuda profesional para este problema. Sin embargo, condiciones como la dispaurenia y el vaginismo son más comunes de lo que se cree y pueden afectar tanto a la vida íntima como al bienestar emocional. En este artículo te explicamos qué son, por qué ocurren y lo más importante, cuál es la solución.

En algunas ocasiones la causa puede estar directamente relacionada con el tejido, por ejemplo, en un posparto, por una cicatriz de desgarro o episiotomía, y además también estará condicionada por el contexto hormonal de ese momento en el que la libido se va a ver disminuida. En otros casos pueden estar asociadas a factores psicológicos que condicionan su aparición, como una mala experiencia en una exploración ginecológica o en una relación sexual.

¿Qué es la dispaurenia?

La dispaurenia es el dolor asociado a la penetración durante las relaciones sexuales, pero también puede aparecer este dolor a la introducción de un tampón o un dedo en la vagina. 

Diferenciamos entre dispaurenia superficial cuando la sensación de dolor, escozor, ardor o quemazón ocurre a nivel de la entrada vaginal y luego desaparece, y dispaurenia profunda, en la que el dolor es tipo menstrual con sensación de tope a nivel interno durante la penetración profunda.

Causas más comunes

  • Infecciones vaginales o urinarias
  • Sequedad vaginal (menopausia, lactancia)
  • Endometriosis
  • Cicatrices posparto o cirugía
  • Factores emocionales (estrés, ansiedad)
  • Inflamación abdominal (enfermedad inflamatoria pélvica, síndrome de congestión pélvica, colon irritable…)

¿Qué es el vaginismo?

El vaginismo es la contracción involuntaria de la musculatura del suelo pélvico que impide la introducción de cualquier elemento a nivel del introito vaginal, a pesar de la existencia de deseo sexual. Según la American Psychiatric Association es un desorden de la penetración, donde cualquier forma de penetración vaginal, sea sexual o no, es con frecuencia dolorosa o imposible. En este caso el factor psicológico y emocional es clave, y si no existe un problema estructural siempre se deberá trabajar de manera paralela con un psicólogo

¿Cómo enfocamos el tratamiento?

En tu primera sesión una fisioterapeuta especializada realizará una historia clínica completa, para buscar el origen del problema y evaluará el estado de tu musculatura, para poder explicarte y aconsejarte sobre el tratamiento a seguir. 

 

Muchas veces el dolor y la tensión vaginal están relacionados con un exceso de tono en la musculatura del suelo pélvico, o problemas en la movilidad a nivel uterino. Tras identificar las zonas de tensión, debilidad o hipersensibilidad y descartar posibles causas orgánicas se diseña un plan de tratamiento adaptado a cada paciente, que puede incluir las siguientes técnicas:

  • Técnicas manuales internas y externas, para relajar la musculatura, mejorar su vascularización y mejorar la movilidad visceral.
  • Ejercicios de conciencia corporal y respiración, para mejorar la conexión con el suelo pélvico y la respuesta muscular al aprender a contraerlo y relajarlo de manera voluntaria.
  • Pluma de Indiba, un dispositivo de radiofrecuencia intracavitario que mejora la circulación, reduce la inflamación y favorece la elasticidad de los tejidos, mejorando la lubricación y la respuesta del cuerpo a la terapia manual. 
  • Educación sexual, entender la anatomía genital, las fases de la respuesta sexual y cómo debe responder el cuerpo en cada una de ellas; así como la influencia de los factores hormonales o el estrés en la alteración de esta respuesta. 
  • Educación en dolor, comprender la fisiología del dolor, trabajo de desensibilización central y exposición gradual.
  • Uso progresivo de dilatadores vaginales, para recuperar la confianza y la comodidad con la penetración de manera progresiva.
  • Uso de vibración, para relajar y normalizar el tono en la región perineal.
  • Ejercicio terapéutico, como herramienta de ayuda en la modulación del estrés.
  • Técnicas de relajación y gestión del estrés

 

El enfoque desde la fisioterapia uroginecológica no se limita solo al tratamiento físico, sino que busca que la mujer recupere la conexión con su cuerpo y su placer. En algunas ocasiones, dependiendo del origen del dolor, puede ser interesante complementar este tratamiento con sesiones de sexología. La sexología clínica aborda los aspectos emocionales y psicológicos que pueden estar influyendo en el dolor, para atender las creencias, miedos, inseguridades o vivencias pasadas que pueden estar condicionando la respuesta sexual. 

 

En clínica Sanalia tratamos el dolor durante las relaciones sexuales con una mirada integral, respetuosa y libre de juicios. Si sientes dolor cuando no deberías o notas exceso de tensión en tu cuerpo, no tienes por qué resignarte y normalizar esta situación. Te invitamos a acudir a tu primera consulta, te acompañaremos y asesoraremos para que puedas volver a vivir tu sexualidad con placer y seguridad.

Para más información, visítanos en Clínica Sanalia en Avd. Retamas 16, Alcorcón, o contáctanos a través de:

 

¡Te esperamos! 🩷