Estreñimiento, el enemigo silencioso de tu suelo pélvico

¿Sabías qué el estreñimiento es uno de los principales enemigos del suelo pélvico?
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¿Qué es el estreñimiento?

A nivel general, hablamos de estreñimiento cuando la frecuencia defecatoria es de menos de 1 vez cada 3 días por un período superior a 3 meses. Sin embargo, hay otros factores como la consistencia de las heces o la necesidad de hacer esfuerzo para evacuarlas que nos aportan información muy importante para identificar si nuestro suelo pélvico está en peligro. 

 El estreñimiento se clasifica en dos categorías: ocasional o crónico. En el caso del estreñimiento ocasional suele estar relacionado con cambios en el estilo de vida, como viajes o cambios en la dieta o la actividad física. En el caso del estreñimiento crónico deberemos realizar una valoración completa para descartar otros posibles trastornos asociados como una hipertonía del canal anal o una disinergia (ausencia de coordinación) entre la contracción del recto y la relajación del suelo pélvico.  

Según los criterios de Roma III se considera que un paciente sufre de estreñimiento cuando en más del 25% de las deposiciones, presenta dos o más de los siguientes síntomas: 

  • Necesidad de realizar esfuerzo en la defecación
  • Heces duras o caprinas
  • No logra una sensación confortable de desocupación rectal
  • Sensación de obstrucción en el área anorrectal
  • Utiliza maniobras manuales para facilitar la expulsión (extracción digital o compresión del suelo pélvico)
  • Evacúa menos de tres veces por semana.

Causas de estreñimiento:

Entre los factores predisponentes a sufrir estreñimiento encontraríamos por un lado factores dietéticos como una ingesta insuficiente de fibra y líquidos, algunas patologías como el síndrome del intestino irritable y el consumo de algunos medicamentos. 

Además, en el caso de la mujer el factor hormonal también condiciona el estreñimiento, ya que puedes haber notado que el ritmo intestinal varía en gran medida en función del momento del ciclo en el que te encuentres. Así, durante la fase lútea (días 15-28 del ciclo) el aumento en los niveles de progesterona provoca que el ritmo intestinal se ralentice, pudiendo agravarse más el estreñimiento en este momento. 

Ante todo, debemos abordar el estreñimiento con la importancia que merece, ya que es la causa principal de problemas de suelo pélvico que pueden ser más serios como el rectocele (prolapso de recto) o el atrapamiento del nervio pudendo.

¿Cómo puede ayudarme la fisioterapia de suelo pélvico?

  • Trabajo de conciencia corporal. Al mejorar la propiocepción de la zona, y mejorar la conexión entre el cerebro y el suelo pélvico, podemos sentir con más facilidad que músculos deben relajarse para permitir la defecación.
  • Activación del transverso del abdomen. Este músculo es el encargado de activarse para defecar de manera fisiológica y sin realizar esfuerzos. 
  • Cuidado de la posición defecatoria. Debemos apoyar siempre los pies en un taburete para conseguir que las rodillas queden elevadas por encima de las caderas y así relajar la musculatura del suelo pélvico y facilitar la apertura del recto para la salida de las heces. 
  • Masaje abdominal. Permite estimular el ritmo intestinal y facilitar el tránsito. 
  • Relajación de la musculatura de suelo pélvico, en caso de hipertonía del canal anal que pueda estar dificultando la defecación. 



Además, es complemento indispensable trabajar en equipo con nutrición, para analizar que déficits en tu alimentación pueden estar perpetuando este problema.  

Tips para reducir el estreñimiento:

De momento, te dejamos por aquí un par de tips valiosos para ir recuperando el control de tu ritmo intestinal:

  • Establecer unos horarios, para que el cuerpo aprenda a funcionar como un reloj, y acudir al baño a la misma hora todos los días.
  • Atender el deseo defecatorio, esto quiere decir ir al baño cuando aparezcan las ganas y no postponerlo. Si cuando aparecen ganas de ir al baño realizamos una contracción de suelo pélvico para postponer la defecación, desaparece el impulso defecatorio y las heces suben de nuevo, quedando acumuladas. Cuanto más tiempo pasen las heces en el recto más agua irán perdiendo y por tanto se seguirán deshidratando y se harán más compactas, dificultando así su evacuación. 
  • No hay que apretar al defecar para conseguir la salida de las heces, las heces deben salir sin esfuerzo y una consistencia demasiado dura o seca nos estaría indicando de necesidad de hacer modificaciones en la dieta. 

La solución definitiva al estreñimiento es un camino largo, que requerirá de modificar ciertos hábitos de vida, pero tu cuerpo (y tu suelo pélvico) te lo agradecerán.

Si leyendo este artículo has llegado a la conclusión de que el estreñimiento forma parte de tu vida…

En Clínica Sanalia podemos ayudarte, realiza tu valoración de suelo pélvico para recibir asesoramiento de nuestros profesionales. Para más información, visítanos en Clínica Sanalia en Avd. Retamas 16, Alcorcón, o contáctanos a través de:

 

¡Te esperamos! 🩷